sábado, 21 de marzo de 2009

Un problema medioambiental: la desertización



Por desertificación, aridización o desertización se entiende el proceso por el que un territorio que no posee las condiciones climáticas de los desiertos, principalmente una zona árida, semiárida o subhúmeda seca, termina adquiriendo las características de éstos. Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua.




Una de las primeras etapas de la desertificación es la destrucción de la cubierta vegetal, pero no es necesariamente la única como "disparador" del fenómeno. Puede ser causa o efecto del proceso de aridización. Originalmente estas zonas eran fértiles, donde se practicaba una agricultura secuencial. El aumento de la población obligó a una explotación intensiva del terreno hasta que se produjo su agotamiento. La segunda etapa comienza cuando la tierra deja de ser fértil y se encuentra despojada de su cubierta vegetal, el agua y el viento lo erosionan más rápido hasta llegar a la roca.




Zonas de desertificación
Madagascar: es el país más erosionado del mundo. El 93% del bosque tropical y el 66% de su selva lluviosa han sido talados.
Africa: en países muy poblados y con pocos recursos, como los de la franja subsahariana, se observa un incremento de las zonas desérticas. Naciones que durante siglos habían sostenido sociedades prósperas, se encuentran ahora en el límite de la subsistencia.
España: es el país de la Unión Europea con máximo índice de desertización.
Italia: es el país con menos desertizazion de la Unión Europea.




¿Qué podemos hacer?


A lo largo de los años se han estudiado diversos métodos para recuperar terrenos desertizados, muchas veces con éxito.


Un método que ha tenido mucha aceptación es la reforestación progresiva de las zonas afectadas. Realizando un estudio dentro de cada caso, se van introduciendo especies de plantas que soporten los niveles de sequía en la zona, aumentando los niveles de humedad y progresivamente introduciendo nuevas especies ganando terreno sobre las zonas afectadas.
En Israel se ha realizado un proyecto con el que se pretende crear lluvia artificial. La lluvia artificial se basa en la denominada isla de calor, definida como región de una determinada superficie con una temperatura significativamente superior a la de sus alrededores, aproximadamente unos 6 ºC por encima de esta, en la cual se atrapa el vapor de agua contenido en la atmósfera hasta una altura superior a 1 km, donde empieza a condensarse para, a continuación, provocar precipitaciones.
Este método ha creado cierta expectativa en el mundo científico, y va a ser probado por primera vez en Israel, a 150 km de la costa, una vez se disponga del material necesario para evitar la contaminación, y sea lo suficientemente barato para que su aplicación sea rentable. El proceso de investigación se puede prolongar hasta cinco años y no tendrá consecuencias negativas para el ambiente por lo que lograría resolver los problemas de flora y fauna que los trasvases y la desalinización provocan. Otros países como España siguen muy de cerca el desarrollo de este proyecto.

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